Censura

Me tenían que hacer hablar

Me tenían que hacer hablar porque no se puede uno callar ante uno de los ataques más recalcitrantes contra nuestra ganada, no olvidemos, con sangre, democracia.



Ya nos tuvimos que tragar hasta nuestra bilis para poder convivir en un país, que todavía me da vergüenza nombrar, en paz, perdonando los constantes crímines de una minoría sin escrúpulos que atacaba a los que no pensaban como ellos, y por si acaso, también a los que como ellos pensaban.



Es increíble que hayamos llegado a esto.



Es imposible que, tras criticar todo el país tan duramente a otras culturas por protestar activamente contra una publicación que satirizaba a Mahoma, ahora seamos nosotros los que destrocemos de un plumazo toda nuestra reputación democrática.



Posiblemente haya sido el atentado más grave contra la construcción democrática de nuestro país tras el tejeretazo. Más grave que otros que se nos puedan ocurrir, por venir de donde viene.



No podemos quedarnos callados.



La página web de "el jueves, la revista que sale los miércoles" ya ha sido cerrada.



Aquí os dejo mi granito de arena. Si alguien no quiere que se publique va a tener que cerrar también mi blog.



Un gran aplauso para los maestros dibujantes y sátiros que han sabido dar en el clavo de dos errores graves con un solo dibujo: el que se dé una prestación como la que se da, por motivos electoralistas, no sujeta a renta; y la corona.



Un abrazo y mi apoyo a los trabajadores y promotores de "el jueves"







Octavio